Yo Fui Mamá Adolescente

Hoy quiero hablaros de lo que fue mi experiencia al ser mamá.

Hacía poco que había cumplido los 17 cuando me quedé embarazada, intenté ocurtarlo todo lo que pude, que fue asta los 5 meses, cuando lo dije en casa ya sabía que nacería un varón.

La reacción de mi madre fue como la que supongo tendría cualquier madre al saber que su hija está embarazada siendo menor de edad. Puso el grito en el cielo. Pero ya era tarde para que pudiera tomar partido en cualquier decisión sobre mí o sobre el bebé.

Odiaba salir con ella a la calle y que la gente comentara si sería otro niño mas para ella y que yo iría de fiesta y dejaría a al bebé en casa, que para mí sería un muñeco y otras muchas cosas que me hacían sentir rabia por dentro.

Cuando llegó la hora me propuse ser la mejor mamá del mundo, por lo menos intentaría hacerlo lo mejor que pudiera. Era mi hijo y yo era su mamá, no me importaba lo que la gente pensara, YO cuidaría de él.

Y así fue, muchos fueron los que me preguntaron que por qué no le dejaba el niño a mi madre y yo le respondía: -Si el niño es mío ¿por qué iba a tener que dejárselo?. Si me veían por la calle con el cochecito camino de casa de mi madre, preguntaban si iba a dejárselo a la abuela, -No señora, que vamos de visita.

La verdad es que se pasa muy mal cuando casi todo el mundo cree que por ser una mamá muy joven no lo vas a hacer bien, o dejarás tu responsabilidades a un lado. Soy consciente de que hay muchas chicas que si lo hacen pero no todas somos iguales. Todavía me duele cuando pienso en las cosas que me decían.

Es como esos programas de la MTV de madres adolescentes los cuales odio, en los que no hay ni una sola chica que no deje al bebé con los abuelos para irse de fiesta, esa es la imagen que la sociedad tiene de las madres adolescentes y no todas somos iguales. Yo en ese momento y ahora también daba mi vida por él, sólo pensaba en protegerlo, en cuidarlo y en amarlo, no importaba que tuviera 17 años yo me sentía mamá y no veía ninguna diferencia con el resto de las mamás.

Ahora tengo 24 años, tengo dos hijos, el mayor va a cumplir 7 años y el pequeño tres, me siento orgullosa de mí misma, de mi marido, de haber sabido luchar por nuestros hijos, de intentar día tras día ser los mejores padres del mundo y sin ayuda.

Para mí no hay nada más grande que el tiempo que paso con ellos, día tras día me llenan de alegrías. Ojalá la sociedad no tuviera esa imagen de las mamás adolescentes.